Político descubierto en escándalo sexual
Ya es todo un clásico en las campañas electorales en EEUU; y más, si el hombre en cuestión, es todo un símbolo de la defensa de la moralidad más puritana. Un poco de color!
En este caso le ha tocado al Gobernator de New York. Y ya he dimitido después de pedir perdón con su fiel esposa al lado, aguantando el tipo. Bonito papel.
El que viene de nuevas, avisa antes, por si acaso. Y para que no puedan jugársela despúes.
Y no sé si por azar, o porque la política española cada vez se parece más a la norteamericana, se ha producido un caso similar en España. Aunque no del todo igual.
Aquí, aunque el ex edil de Palma, también era un abanderado de la moral ultracatólica (negándose a casar homosexuales pero disfrutando de sus servicios en clubs gays), le han destapado el escándalo después de las elecciones. Que no es poco. Y el motivo no ha sido tando el aspecto sexual, como el hecho de que pagara sus escarceos con la tarjeta de crédito del Ayuntamiento.
Ahora dice estar arrepentido (¿le queda otra?) y ha devuelto los 50.000 € (pa´cuanto da esto?)
Luego, ha añadido una curiosa petición: que se luche de verdad contra la droga (será éste otro de sus vicios?). ¿algo más?
Esos autoproclamados adalides de la moral, con derecho a juzgar e impartir lecciones a los demás. La vieja doble moral de toda la vida. Ese permitirse en privado lo que en público denigra.
No es casual que Sciascia dijera que la doblez empieza por arriba. A determinada altura el aire se enrarece, la moral se distrae. Además, hay que ostentar una posición privilegiada para poder uno permitirse incumplir las prescripciones que establece para el resto.
De todas formas, lo que también llama la atención es el tema de la tarjeta de crédito. ¿los políticos locales poseen ese tipo de tarjetas privadas con carga a fondos públicos? y, ¿pueden usarlas así como así? Eso sí que suena peligroso...
En este caso le ha tocado al Gobernator de New York. Y ya he dimitido después de pedir perdón con su fiel esposa al lado, aguantando el tipo. Bonito papel.
El que viene de nuevas, avisa antes, por si acaso. Y para que no puedan jugársela despúes.
Y no sé si por azar, o porque la política española cada vez se parece más a la norteamericana, se ha producido un caso similar en España. Aunque no del todo igual.
Aquí, aunque el ex edil de Palma, también era un abanderado de la moral ultracatólica (negándose a casar homosexuales pero disfrutando de sus servicios en clubs gays), le han destapado el escándalo después de las elecciones. Que no es poco. Y el motivo no ha sido tando el aspecto sexual, como el hecho de que pagara sus escarceos con la tarjeta de crédito del Ayuntamiento.
Ahora dice estar arrepentido (¿le queda otra?) y ha devuelto los 50.000 € (pa´cuanto da esto?)
Luego, ha añadido una curiosa petición: que se luche de verdad contra la droga (será éste otro de sus vicios?). ¿algo más?
Esos autoproclamados adalides de la moral, con derecho a juzgar e impartir lecciones a los demás. La vieja doble moral de toda la vida. Ese permitirse en privado lo que en público denigra.
No es casual que Sciascia dijera que la doblez empieza por arriba. A determinada altura el aire se enrarece, la moral se distrae. Además, hay que ostentar una posición privilegiada para poder uno permitirse incumplir las prescripciones que establece para el resto.
De todas formas, lo que también llama la atención es el tema de la tarjeta de crédito. ¿los políticos locales poseen ese tipo de tarjetas privadas con carga a fondos públicos? y, ¿pueden usarlas así como así? Eso sí que suena peligroso...
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